Caracas es la 4ta ciudad más violenta del continente, la 3ra más cara de América latina, Venezuela sufre una de las inflaciones más altas del mundo, nos agobian los problemas de escasez y desabastecimiento de los productos de la cesta básica. El país dejo de ser autosuficiente en la producción de alimentos. Los niveles de pobreza y hacinamiento urbano aumentaron. Los problemas de tránsito y vialidad se incrementan cada día, se oponen a cualquier propuesta que ayuden a resolverlo o aminorarlo. Irresponsablemente la culminación de planes que incrementarían el mantenimiento, construcción y desarrollo de viejos y nuevos proyectos viales se han retardado o paralizado (prometen nuevamente la continuación de la cota Mil, resolver los problemas de la autopista Caracas-La Guaira, etc). El sistema Metro, otrora orgullo de la ciudad, ve cada día disminuir su calidad y eficiencia, la no continuación de los planes de mantenimiento y desarrollo del Metro (caso Línea 6) abren la posibilidad cierta de un potencial colapso del sistema por sobreuso.
Al acceder al poder mediante elecciones democráticas Hugo Chávez, una de sus criticas más fuertes a los gobernantes anteriores era su insensibilidad social, la corrupción, la multiplicación de la pobreza, en ese momento (1998) el 51% de la población vivía en un barrio, hoy (2011), luego de más de un billón de dólares de recursos manejados, casi sin control y auditoria, el porcentaje de venezolanos que habitan en los barrios aumento al 54%. Se multiplican las expropiaciones, confiscaciones, invasiones, estatizaciones. Se incremento la tasa de desempleo formal, más del 50% de la población económicamente activa de la ciudad se dedica a actividades informales, fuera de los programas de atención social (seguro, cestas tickets, etc) cada vez más caraqueños viven en edificios viejos e invadidos.
Uno de los grandes debilidades institucionales del estado venezolano están ligadas a la prevención y atención de las áreas de riesgo y las zonas de vulnerabilidad geológica, sísmica, hidrológica, etc existentes en el país y en particular en la ciudad de Caracas y así lo manifiestan las terribles secuelas de estos eventos naturales en el municipio libertador, derrumbes, fallecidos, miles de damnificados, incontables refugios improvisados. En los últimos años, los cientos de barrios que de manera caótica y anárquica componen la ciudad, ven cada día incrementar su población, los volúmenes de basura generados y no recolectados, aumenta el déficit en los servicios públicos, las fallas en el sistema eléctrico. El sectarismo, la intolerancia, la exclusión y la violencia política se han convertido en la norma.
A pesar de esta terrible realidad en los últimos 13 años las fuerzas de la democracia y la libertad han obtenido triunfos electorales solo en dos oportunidades en el municipio Libertador, cuando el rechazo a la Reforma constitucional y en las elecciones a diputados del 26-S. En estas elecciones la diferencia a favor de las fuerzas democráticas fue de 741 más de votos que el oficialismo. Pero a pesar de este resultado el régimen obtuvo 8 diputados de 11 a elegir.
Esto tiene que cambiar Caracas se merece un mejor futuro, una ciudad para todos, que brinde oportunidades reales a la iniciativa privada, que respete lo conquistado por el esfuerzo, el trabajo y el ahorro, donde la gente del pueblo tenga la prioridad, no para continuar en la pobreza, sino para efectivamente salir de ella.
Copei Caracas propone a un hombre de sólida formación, de coraje y valor comprobado, vinculado efectivamente a los sectores populares, capaz de dialogar y construir. El Profesor Carlos Melo.
Te invitamos a acompañarnos a construir la ciudad que queremos y nos merecemos. La tarea no será fácil, pero unidos lograremos las metas propuestas.
“Nos incumbe por tanto la responsabilidad del cambio. Debemos empezar por nosotros mismos, aprendiendo a no cerrar prematuramente nuestras mentes a lo nuevo, a lo sorprendente, a lo radical en apariencia. Esto significa luchar contra los asesinos de ideas que se apresuran a matar cualquier nueva sugerencia sobre la base de su inviabilidad, al tiempo que defienden como práctico todo lo que ahora existe, por absurdo, opresivo o inviable que pueda ser” Alvin Toffler